Ahora solo quiero
quitarla de mi cuerpo
como una vomito que
se esparce en el suelo
a raíz de mí
convulsionante cuerpo que
no deja de querer
sus brazos para que
me detenga y
me sienta seguro.
Caigo al suelo y
del sistema
intento quitarla.
Mucho la he retenido
contra viento y marea,
pero la razón ahora
habla al corazón y
dice que no puedo más,
que en la frenética danza
que hago en el suelo,
mientras fornico con
la preocupación de
los demás,
solo siento alejarme
de su caricia,
de su mirada,
de su boca.
Una serpiente
se escurre
entre mis dedos y
en mis ganas de escribir
a mordido con
su letal beso,
y aquí estoy yo
tratando de decir
que no quiero,
pero necesito sus besos.
No, no me hagas olvidarte,
no me obligues a alejarme.
¿Lo mejor para nosotros?
Si estoy perfeccionando
el cacao de la tarde.
No quieras que siga mi vida,
¿dónde dejarás la tuya?
Podemos dejarnos,
podemos seguir,
podemos no morir,
podemos acostumbrarnos
y no estar juntos,
pero no quiero eso,
no sé si eso es vivir.
¿Quién te dijo que ya
no eres increíble para mí?
¿Dónde esconderás
el amor que te dí?
Para no verlo,
no recordarlo,
no quererlo.
¿Acaso no deseas
la tierna caricia
de mis manos,
el refugio de
mis abrazos y
la perdición de
mis labios?
No te vayas,
no me alejes.
Mi razón dice
que desista,
mi amor que luche,
que te gane con cariños,
con sonrisas.
No te vayas,
y si te vas
haz lo a una distancia
de la que puedas regresar.
No me alejes,
y si lo haces,
ven a buscarme
cuando lo necesites
o te llame.
No te vayas,
no me alejes
por que nuestra
turbia historia
ha sido bella,
apasionada, hermosa.
¿A quién sabré tocar
como a ti?
¿Quién me hará
sentir así?
No te vayas,
no me alejes,
que no quiero, solamente
como algo bello recordarte
sino que por siempre,
aunque no estemos juntos,
de almas, ser amantes.
Duerme, tranquila, apacible.
Duerme y deja que por ti vele,
aunque esté lejos,
aunque sea una ilusión…
Duerme, déjame cuidarte.
Si algo sucede
no oirás mis gritos.
si te duermes
no podré despertarte
Pero en la distancia,
como magia,
podré verte,
podré arrullarte,
podré arroparte…
Podré besar
tus ojos dormidos.
Duerme, que en mi vigilia
diré las palabras de amor
que quiero decir,
pero no me atrevo.
Las que quieres oír
pero no lo admites.
Duerme, que en tus sueños
podrás besarme libremente,
podrás perderte en mi abrazo,
dormir en mi pecho,
proyectarte conmigo,
decirme: “TE AMO”.
Duerme, que mientras
mis ojos puedan,
estaré observándote
para luego acompañarte
a soñar juntos,
a ser eternos,
a amarnos locamente,
a solamente sonreír.
Por que cuando despiertes
ahí estará la realidad
esperándote, matándome,
Lejos yo de ti,
distante tú de mí.
Y volverá la rutina
de ir muriendo desangrados,
sin palpitos, sin corazón.
Errantes entre tinieblas,
caminado sobre serpientes,
en desamores y
Vacíos engaños.
Mirándonos con ternura
pero solamente
mirándonos.
Duerme, que allí estaré.
Duerme que despertarás
y alguien más
ocupará mi lugar
Sopla un viento sobre la mar
un viento de libertad
alimenta amistades
y recorre distancias
para que despegues del suelo,
para que no vuelvas a bajar.
Es mi viento,
el de libertad,
el de los sueños,
que te voy a enviar,
que te voy a prestar.
Úsalo sabiamente
y déjate llevar
a una nube escurridiza
que cambie tu visión,
que te haga sentir humedad,
que te lleve cerca del sol.
Vuela, y lleva contigo mi amistad
Promiscuos, atorrantes,
sinceros en verdades.
Sonrisas regaladas,
seducciones inventadas.
Tú, notoria provocación
Yo, escondido acechador.
Lenguas de fuego,
hogueras en el cuerpo.
Escapando de soledades,
llenándonos de vacíos.
Yo, jugando en canciones,
Tú, estudiando razones.
Sin ganas de compromisos,
sin pensar en cariños.
Tú, la tormenta ,
Yo, el ojo del huracán.
Corres veloz,
suavemente vuelo.
Y en corridas y vuelos
nos encontramos.
Yo, sin descender, precavido.
Tú, sin detenerte, defensiva.
Pero por una corriente,
de tu tormenta,
de mis alas,
nos fundimos en un abrazo.
Y nos sorprendió el amor
sin licencias,
con antiguas deudas.
Juntos, sueños y metas,
amor irracional,
un amor de Sabina y Serrat.
Hoy vivo el recuerdo
del mañana.
Siento el fuego
de tu mirada.
Mimos y caricias
que se cocinan
en el fuego de
nuestros cuerpos,
hacen explosión de luz
una tarde de escondidas,
de excusas perdidas
que pintan el mundo
de azul.
Nacidos para estar juntos,
imposibles de juntar.
De rezongos y caricias,
amores y mentiras,
inventamos el beso
más bello de hablar.
Sin testigos,
con ojos avizores,
nos amamos
y negamos.
Dos locos juntos,
algo sin sentido…
Algo necesario.
Tú la razón,
Yo la pasión.
Tú el proyecto,
Yo lo imprevisto.
Tú el freno,
Yo, caballo desbocado.
Tú la diversión,
Yo el juego.
Tú, lengua ardiente,
Yo, manantial de besos.
Tú… yo.
Yo… tú
Separados y juntos
Con miedo al temor
Nos abrazamos
Esperando
El para siempre…
El quizás…
El nunca más…