¿Es extraño volver
a ese lugar que no conocía,
un lugar tan tuyo...
tan mío...?
Danzas con tu mirada
a mi alrededor
mientras me muevo
despacio en el tiempo.
En ese momento
en que unimos nuestras fronteras
se acabó la deuda externa,
comenzó una revlución interna.
¿Es extraño que
sea tan familiar
esta forma de verte,
de acompañarte?
Tomas el aire
y yo lo exhalo.
te aprietas
y yo te abrazo.
¡Cuánto tiempo de pie,
cuantos besos,
cuanto silencio,
cuantos sentimientos!
Mis dedos
que calzan en tu piel.
Tus ojos
que sostienen los míos.
Camino despacio
intentando guiarte
calmando tus miedos
bailando con tus demonios.
Te extiendo la mano
suavemente,
y tomo la tuya
firmemente.
Y prometo detenerme
cuando lleguemos
donde la Mar
se transforma en firmamento.
En nuestras risas
descansa la Luna,
arrullada y apacible,
segura y feliz.
Las estrellas
de mis pecas
se enredan
en el cielo de tus cabellos.
Mi lengua aprende
a hablar tus idiomas.
Comienzas a leerme
y escribes en mí.
¿Es extraño sentir
la caótica certeza de
que hace mucho tiempo
nos conocemos?
Abrazas mis ángeles,
con sus alas blancas,
con sus alas negras,
con los pies ligeros.
Bailas con mis temores
los haces ver amigos.
Me devuelves la verdad
de merecer cariño.
Luces y oscuridades,
fuegos abrazando fríos.
Días, noches.
Lunas y Mares.
Y entre espirales y globos
nos encontramos nosotros
de manera tan única
que solo podemos crearlo juntos.
¿Qué tan narcisista
será alegrarme
de verme
totalmente en ti?
¿Es tan extraño
que tu amor
sea desde siempre
el mío... el tuyo... el nuestro...?

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