20/1/10

Viaje real


Corren mis ojos
sobre el horizonte.
Pasan al sur
de los bosques y montes.
Frescos aromas,
nuevos colores,
se pierden en mi piel,
en mis manos.
Goya pinta el cielo vespertino
sobre una Mar de
aguas nuevas que
Neruda nunca vio.
Por la costa sigo rumbo.
Ruedo por las curvas mejores
de una mujer tumbada
boca abajo que
une dos aguas
de una misma orilla.
Una isla de verdes arenas
y doradas copas de árboles danzantes
me invitan a sus juegos:
-"No temas, no has de perderte
el Faro y su luz
a tu lugar han de devolverte"-
Regreso a mi cuerpo
con nuevos besos de sal.
Desciendo escaleras al cielo
y Caín me recibe
ofreciéndome la sangre de Abel.
Me siento feliz de revelar el misterio
que me propuso Machado,
sobre la realidad y el sueño.
Me decepciono al ver
que mi consejo de
no seguir consejos
salió de su boca ya
y en papel lo ha grabado.
Entra la noche
con blancos besos.
Calienta una brisa
mis besos urgentes.
Baja Uruguay sus pantalones,
sube Australia su falda y
surgen gemidos de la cocina
de una embajada Argentina.
Luego... LA CALMA.
Grillos bailan,
cantan las ranas.
Brasil se empeña
en callar mi inspiración.
Mi mente se acelera y molesta,
entonces llega el aroma a jazmín
con las caricias de su voz.
Solamente mi amada puede darme
esta efímera paz
hasta que renace el sol
y llevo a la Luna
a dormir a mi cama.


Foto por: XipnosS

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