
¡Jazmines! Deben ser los jazmines.
Ese aroma que me inunda,
esa ternura que me abruma.
Mi cuerpo se siente fresco,
mi alma alegre, y mi pluma libre.
Mi rostro es acariciado por doradas manos
que, lentamente, se van ocultando.
Y yo, con torpeza,
me siento pronto a escribir poemas.
¿Qué será?
Mi ser está pleno, sonriente... contento.
¡No! No pudo ser ese beso,
no pudo ser su cuerpo.
Pero me siento tan lleno, tan bello.
Danzan los árboles junto al viento,como ayer
como siempre...
Pero hoy veo un baile nuevo.
Las nubes bajan a sus copas
y giran alegres
sin seguir formas
y vuelven a subir presurosas.
¿Será su caricia?
Las aves cantan su nombre,
los grillos acompañan.
Siempre he visto esta belleza
con ojos de poeta,
pero hoy algo es diferente.
¿Será su recuerdo?
Hoy, un amargo mate playero
supo bien dulce.
La MAR brillaba danzante,
un perro la acompañaba
y yo de ella me abrazaba.
¿Será que el amor
me hace escritor?
¿Qué me trae el aire?
¿Por que me siento así?
¿Será por ella?
¿Por que siento que
el día y su magia
hoy me besan?
¡Jazmines! Deben ser los jazmines...
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